Es increíble la capacidad de relacionarse que tienen los niñ@s. Si vas al parque con ellos, en menos de 5 minutos, ya han hecho piña, y están jugando con otros niñ@s. En el caso de niños, si hay un balón de por medio, es más instantáneo que el Nesquik.
Con el tiempo, vamos perdiendo esa capacidad de relacionarnos. Nos cuesta mucho conocer gente nueva cuando somos adultos. Cada uno a lo suyo.
Si acudimos por ejemplo a un curso de formación: buenos días, vamos directamente a una silla libre, luego ya me tocará presentarme. Hemos perdido la espontaneidad de relacionarnos.
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