Las empresas celebramos poco. Hay muchos motivos por lo que celebrar, por pequeños que sean. Se trata de hacer visual y compartir los pequeños, medianos y grandes logros que vamos consiguiendo en el camino. Es hacer partícipe a las personas del resultado obtenido. Nos ayuda a alinear, a crear cultura, buen ambiente, en definitiva, a unirnos más.
Celebrar solo la cena de navidad en diciembre no vale. Hay que celebrar los cumpleaños, cuando ganamos un proyecto importante, las bodascomunionesybautizos, las mejores sugerencias, el mejor disfraz de carnaval, los nacimientos, cuando alguien canta bingo, los trabajos que sobresalen, el resultado económico al cierre del año, un buen resultado de auditoría… Si, todo esto nosotros lo hacemos, y alguna cosa más. Porque los logros rara vez son de una única persona, son el resultado de un trabajo en equipo. Y que menos que parar y decir; ¡chicos, lo hemos hecho muy bien!¡enhorabuena!
Lo que siempre hay que procurar, es no celebrar nunca antes de tiempo (también lo hemos hecho)…
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