Dicen que solo hay una vez para tener una primera impresión. Obviamente, la primera impresión condiciona y mucho. Cuando nos hacemos una opinión de una persona, sea esta buena o mala, se graba en nuestro cerebro, y la recuperaremos cuando nos volvamos a encontrar con esa persona.
Mira esta imagen:
Por mucho que yo te diga que las dos mesas miden lo mismo, me vas a decir que no. Me dirás que la de la izquierda es más larga. Tu ojo te engaña. Imprímelas y mídelas. O mídelas sobre la pantalla. Son iguales. Aun así, siendo consciente de que las dos mesas son iguales, cuando vuelvas a ver la imagen, tu ojo te volverá a engañar. Este es el conocido efecto de las mesas de Shepard. Con la primera impresión es igual.
SUSCRÍBETE A MI BLOG
CATEGORÍAS BLOG
ESCRIBE UN COMENTARIO: