Ni mejor ni peor, diferentes. En algunas cosas mejor, en algunas cosas peor. Nos va a costar adaptarnos a las nuevas generaciones. Actualmente, veo un salto con los que ahora tienen 25 años, y creo que será bastante mayor con los que ahora tienen en torno a 18 años. Especialmente con las mujeres, y por esa prolongación de su mano llamada móvil. Me cuesta creer que puedan estar 8 horas trabajando sin ese nuevo apéndice”. Los de 25 años, son eficaces. Les pides cualquier cosa y está hecho en poco tiempo con calidad aceptable. No buscan un resultado de 10, sino un 6, y continuar haciendo otra cosa. Son gente que trabaja de forma intensiva durante las 8 horas que están, ahora bien, en el tiempo 8h01 no les pidas nada, sencillamente, porque ya no están. Da igual que el barco se hunda, si se hunde fuera de su horario laboral. Los más viejos, quizás por cultura, somos diferentes. No digo que esté mejor, es diferente. El trabajo muy bien hecho, y el tiempo es relativo si hay una urgencia.
La realidad es que, para ciertas cosas, prefiero los jóvenes y para otras los viejos. Si me tengo que realizar una operación de vida o muerte, prefiero alguien que no tenga prisa, y que su objetivo de operación sea de 10 y no de 6. Si puede operarme sin contestar WhatsApp y ver videos en Tik tok a la vez, estaré también más tranquilo.
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