Me gusta honrar el pasado. Todo está por algo. Hoy es el resultado del camino realizado ayer. No debemos menospreciar lo construido. Sin embargo, en ocasiones, para que entre lo nuevo debe salir lo viejo. Puede suceder que lo viejo tenga que transformarse en lo nuevo, o que convivan lo nuevo y lo viejo, pero también puede suceder que lo viejo ya no tenga lugar. A veces hay cambios externos o internos que ya no dan cabida a lo anterior. No siempre lo nuevo es mejor que lo anterior, pero en ocasiones, lo viejo ya no vale.
Como ejemplo, estas dos fotos que tomé en Ciutadella, donde no deberían convivir lo viejo y lo nuevo, porque lo primero hace inservible lo segundo:
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