Nada existe si no existe también su opuesto. Hay felicidad porque hay pena, noche porque hay día, luz porque hay sombras, riqueza porque existe la pobreza, odio porque existe el amor, salud porque hay enfermedad, guerra porque hay paz, frio porque existe el calor, prisa porque existe la calma, risa porque existe el llanto, blanco porque existe el negro, alto porque hay bajo, poco porque existe el mucho,… La existencia de lo opuesto nos permite comparar y medir nuestro estado.
La gran noticia es que todo puede cambiar de un estado a otro, y si somos optimistas, de peor a mejor. Pero hemos de ser conscientes de que nada es estable, y por lo tanto, también puedes bajar la escalera. Valora lo que tienes en cada momento, estés en el peldaño que estés. La vida es una escalera, y la existencia consiste en subir y bajar peldaños.
Nada es estable, salvo la actitud de querer mejorar, porque entonces la mayoría de las veces estaremos subiendo, y no bajando. Que hoy me encuentre mal no significa que vaya a estarlo siempre, porque para todo existe su opuesto. Así, que ánimo con esta pandemia, que todo pasa.
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