Desde fuera todo parece fácil, desde la valla. Luego hay que saltar a la cancha y jugar. La cosa cambia.
Donde antes veíamos una serie de cosas, la realidad nos muestra otras. Tenemos que aprender a cambiar durante el partido. La estrategia a largo se ha recortado, y necesitamos decidir en base a indicios y en poco tiempo. No digo que no es importante trazar las lineas a 5 años, sino que el camino antes era más o menos recto, y ahora hay muchas curvas, y si no giras a tiempo te sales. La estrategia es constantemente cambiante.
Cuantas veces nos ha ocurrido que el exceso de entusiasmo nos ha hecho ganar los partidos antes de jugarlos; que si este proyecto seguro que lo ganamos, cuenta con ello, tantas mil piezas mas al año, que si estamos a punto de homologar tal materia prima, que si en el año tal facturaremos tanto, que si la nueva máquina va a hacer no sé qué,…. ¡Ven y cuéntalo!. El papel lo soporta todo.
La realidad nos pone en nuestro sitio. Me gusta soñar, creo que es bueno tener ilusión. Pero hay que volar con paracaidas. Es bueno trabajar con 3 escenarios: pesimista, realista y optimista. Salir siempre a ganar, pero saber que puedes empezar perdiendo, te pueden expulsar a alguien, empieza a llover y el campo se embarra, … y tienes que cambiar de táctica durante el partido.
Eso si, siempre animado y con ganas…
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