El mundo se va a la mierda. Todo gira entorno al dinero. Antes consumíamos productos de temporada de nuestro entorno. Ahora podemos consumir cualquier tipo de producto en cualquier estación del año que llega desde cualquier lugar del mundo. Antes todo seguía un proceso más o menos natural. Hoy casi todo es industrial, y no sabe a nada. El objetivo es reducir el tiempo de proceso para producir más, sea con animales a los que se les apaga y enciende la luz varias veces al día para “vivir un día” varias veces al día y comer otras tantas, como la aceleración de los cultivos. Porque lo que importa es el negocio, el dinero, no la gente. Y suma y sigue desde asociaciones en defensa de enfermedades que precisamente son financiadas por los que generan la enfermedad, hasta políticos ineptos que solo buscan una cosa, dinero. Es el capitalismo que nos han metido por vena. La necesidad de compra constante sin necesitar la mayoría de las cosas que compramos. Desde celebrar Halloween, al día de los abuelos pasando por el Black Friday. Pero hay que estar en el sistema.
La pregunta es, ¿y a dónde va este mundo? La respuesta es que el mundo va a donde nosotros lo llevemos. El problema es que lo llevamos a través de los dirigentes a los que elegimos, y sinceramente y en general, el nivel de la clase política (de cualquier signo) es de bajo a muy bajo (¿Te gusta la fruta?). Generalmente todos están más por destruir al contrario que por crear juntos. Si miras en internet, hay muchas teorías diferentes sobre la duración del planeta Tierra, desde los 30 años pasando por los 200 años y llegando hasta los 1.500 años. Vamos, que nos queda poco. Aun así, para, respira, disfruta.
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