Compara, por favor. Recuerda, por favor. Haz memoria, por favor.
Es bueno parar el mundo de vez en cuando, apearse y reflexionar. Analizar, cómo empezamos, y como estamos hoy (sinceramente, espero que sea mucho mucho mejor). Es necesario medir el avance. Es algo que cada cierto tiempo suelo hacer en las reuniones trimestrales con toda la plantilla, hacerles recordar cómo éramos antes y cómo somos ahora. Nos lo merecemos, es parte del reconocimiento.
La gente generalmente compara el día de hoy con el de ayer, y claro, o no ha habido cambio, o éste es mínimo. Tenemos que compararnos en un intervalo de tiempo suficientemente amplio como para poder ver el cambio. Que por supuesto que lo hay, y es asombroso si has trabajado y has hecho las cosas bien.
Sácate una foto hoy y sácatela mañana. No hay diferencias en ti, salvo la ropa. Compara cualquiera de las dos fotos con una foto tuya de hace 10 años. Menudo cambio. Además, ¡¡¡es a peor!!!! (de la ropa mejor ni hablamos). Bueno, en la empresa siempre nos queda la opción de que sea a mejor. ¡ÁNIMO!
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