No todo se puede medir, no todo se debe medir. Las organizaciones pecamos en exceso de querer medir todo, pero no es necesario medir todo, y mucho menos analizarlo. Llegué hace algunos años a esta conclusión, y desde entonces, solo analizamos los datos una vez, en una reunión (antes el mismo dato se analizaba en varias reuniones) y solo nos centramos en los datos que están fuera de objetivo.
En cualquier caso, midas lo que midas, lo importante es qué haces después. Medir y no hacer nada, no sirve de mucho. Tampoco sirve de mucho medir datos irrelevantes y hacer mucho, estaremos trabajando como pollos sin cabeza. Lo importante es definir bien qué datos son relevantes en mi negocio, departamento, equipo,… y analizarlos para tomar decisiones que se implantan a través de un plan de acción.
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