Cuando te gusta lo que haces, se nota. Mejor dicho, lo notan. El detalle y la atención es radicalmente diferente en aquellas personas que realizan su trabajo con ilusión. Invito a cambiar de trabajo a aquellos que no les gusta lo que hacen. Debe ser durísimo ir a trabajar a diario y “malgastar” ocho horas de tu tiempo en hacer algo que ni te gusta ni te importa. También sé que es difícil cambiar de trabajo teniendo hipoteca y facturas que pagar, pero la alternativa si no lo intentas, es seguir haciendo lo que haces.
Aquí un ejemplo:
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