SABER A QUÉ DARLE

Todos nos sentimos muy a gusto a medida que tachamos tareas pendientes de nuestra agenda. La sensación de que hemos trabajado mucho nos invade. ¡Trabajo cumplido! ¡Gran productividad!

¿Trabajo cumplido? ¿Gran productividad? Depende. ¿De qué depende? De según cómo se mire todo dependeeeeee…(espero que lo hayas leído con la música de la canción de Jarabe de palo). Depende del contenido de las tareas que has tachado. La sensación de bienestar no te la quitará nadie, pero no debe ser esa la única métrica de evaluación. Debemos valorar a la vez si esas tareas que he ido tachando son de valor añadido o no y si contribuyen a un objetivo determinado. Lo normal, es hacer el ejercicio antes, y llevar a tu agenda las tareas de valor añadido.

En esta vida no le podemos dar a todo. Las personas que destacan son aquellas que han sabido entender que deben centrarse solo en las tareas importantes. Han sabido elegir a qué darle…