Una empresa tiene que ganar dinero, por el simple hecho de la subsistencia. Hay muchos empresarios, que con mucho esfuerzo, horas de dedicación y apostando un patrimonio inicial, han conseguido hacer dinero. Muchos otros, sin embargo, han naufragado en el camino, perdiéndolo todo.
Elegir crear una empresa es el camino duro para llegar a hacer dinero un día lejano. Por ello, me inclino a pensar que la mayoría de empresarios tiene otra serie de motivaciones que van más allá de la económica. Nadie en su sano juicio elige el camino de la inversión, la competencia, los viajes al extranjero, los comités de empresa, las huelgas, las averías, los problemas de calidad, las negociaciones de precio de horas, los accidentes laborales, … hay otras formas de hacer dinero con mucho menos riesgo, preocupación y sacrificio. A la personas que los critican siempre les digo lo mismo, hazte empresario. Experimenta la experiencia en tus propias carnes. Luego hablamos.
Por lo expuesto, me atrevo a afirmar que el empresario no solo persigue dinero. El dinero es una incógnita más de la ecuación, pero hay muchas otras. Con dinero o sin dinero …
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