Solo porque tu vida es tuya quizás merezca la pena dedicarle un poco de tiempo a planificarla. ¿Estás dónde quieres estar? ¿Vas dónde quieres ir?
Por experiencia propia sé que no es fácil, pero es necesario. Coge un cuaderno, un bolígrafo, y pregúntate si estas donde quieres estar, si haces lo que quieres hacer, si te ves así dentro de tres, cinco o diez años. Si las preguntas son negativas, márcate objetivos y empieza con un plan de acción.
Tu vida es tuya. Nadie va a pensar por ti. Si no diriges tu propia vida, alguien lo hará por ti.
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