Las personas que se quejan no resultan atractivas. Igual que a ti no te gusta escuchar la quejas ajenas, a nadie le interesa escuchar las tuyas. La queja no soluciona nada. Además, espanta. Así que la próxima vez que vayas a quejarte, para, reflexiona, y pregúntate; ¿realmente a la persona que tengo delante le interesa escuchar mis lamentaciones? Si tienes dudas en la respuesta, te respondo yo, NO. Así que, mejor, dedicamos la energía a entender el origen de mi descontento y a buscar una solución. Y en cualquier caso a realizar una queja constructiva: esto no me gusta, y por ello, he pensado que se podría mejorar de esta manera o de esta otra, ¿tú que opinas?
ESCRIBE UN COMENTARIO: