Tenemos una máquina perfecta en la zona superior de nuestro cuerpo, la que se apoya sobre el cuello. Eso es lo que nos diferencia de la mayoría de seres de este planeta. Sin embargo, hay mucha gente que no le da uso. Vivimos en la cotidianidad del día a día dejándonos arrastrar por una marea de hábitos que nos han sido impuestos muchas veces con fines capitalistas. ¡Démosles todo hecho, que no se lo tengan que cuestionar, que no piensen!
Te animo a pensar. A la reflexión. A parar. A cuestionarte los por qués de las cosas. A sacarle chispas a tu cerebro, pero con cautela …
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