Si nuestra organización juega a futbol y tú a baloncesto, éste no es tu sitio. Nosotros le damos al balón con el pie, y tú lo botas con la mano. Si nuestra organización baila samba y tú bailas tango, deberás cambiar el ritmo de tus caderas para seguir nuestra música. De lo contrario, tus movimientos son raros, no vas con nuestra música. Si nuestra organización canta en francés y tú en alemán, no puedes cantar con nosotros, la canción no suena como debiera. Distorsionas. Una empresa no puede cambiar su cultura por una persona. Busca la organización que juegue a baloncesto, baile tango o cante en alemán.
Estoy de acuerdo Jon.
Y, sin embargo, si una empresa cambia su cultura por una persona, se le llama liderazgo 🙂