Reflexiono estos días sobre la importancia del proceso y los elementos. Busco la analogía con la cocina. Si realizamos mal el proceso, el resultado será malo.

El proceso cuenta. No todos los medios son aceptables para alcanzar el resultado.

No es necesario ganar todas las batallas, lo importante es ganar la guerra. En ocasiones, es necesario ceder a pesar de considerar que tienes razón.

Soy contrario a los vocablos ingleses cuando existen otros en nuestro idioma que pueden expresar el mismo concepto.

Hay tres fases marcadas en tu vida por las que pasarás. La juventud, la etapa adulta (existe el termino adultez, pero me suena muy mal) y la vejez.

Es una decisión compleja: Despedir de forma inmediata (recoge tus cosas y vete) o con más tiempo (quédate un mes para hacer el traspaso, hacerte a la idea, buscar trabajo…).

Estate atento al entorno en el que te mueves. Si tu entorno favorece el crecimiento, crecerás. Si tu entorno es de estancamiento, te estancarás.

He reflexionado varias veces sobre mi nivel de energía y actividad con el paso de los años.

Si haces exactamente lo mismo que hacía tu predecesor en el puesto, eres un mero ejecutor. Si cobras similar a como lo hacían tus antecesores que desarrollaron lo que haces, cobras demasiado.

Está científicamente probado que las personas solo podemos realizar una tarea a la vez (aquí saco las que realizamos de forma automática por hábito; respirar, conducir, pensar,…).

Comparto un artículo que escribí para la Universidad de la ansiedad.

Ni siempre estarás arriba ni siempre estarás abajo. Cuando estás abajo doy por hecho de que estás preocupado y ocupado. Pero hay que tener especial cuidado cuando se está arriba.