Parto de la premisa de que si una persona se marcha de una organización, es una persona válida y nos hace daño. Si no es así, debería marcharse su jefe, que es quien ha permitido que una persona no válida continuase en la empresa.
Cuando una persona de la organización se va, se lleva muchas cosas. Se lleva todo el know how acumulado durante los años en los que ha estado ella. Ese know how no es solo de producto, también comprende al cliente, proveedores, procesos, mercado, manejo del software, sistema de gestión, cultura, relaciones con compañeros, confianza, historia… pero sobre todo, se lleva su forma de ser y hacer, y esto es irremplazable. El remplazo ni será rápido ni será igual, porque cada persona es única. Será mejor o peor, pero en todo caso, será diferente, y le llevará muchos años adquirir el nivel de experiencia que tenía la persona anterior en todos los campos mencionados.
COMENTARIOS (2)
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GRACIAS!!!!!
Me encanta leerte en los desayunos, es una especie de reflexión la que provocan tus textos que, curiosamente, muchas veces coinciden con lo que estoy viviendo. Hace dos días comuniqué mi baja voluntaria y en este texto de hoy veo reconocida mi aportación todos estos años.
Deseando leer el próximo…
Gracias Alicia por tus palabras: Mucho ánimo por tu decisión y para tu nueva aventura, sea cual sea.