Siempre se ha dicho que una de las principales cualidades del liderazgo es la de dar ejemplo. No obstante, el ejemplo puede ser bueno o malo, y el aprendizaje depende de la capacidad del aprendiz para discernir lo uno de lo otro. En uno de mis anteriores trabajos tuve un Director general del que aprendí mucho, mucho de lo que no hay que hacer. Y creo que este concepto es muy importante, ser capaz de aprender lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer. Cuidado, ya que hay especialistas en lo contrario, dejar pasar lo bueno y agarrarse a lo malo. Espero que no seas de esos, y que aprendas de las dos situaciones, porque antes o después, a lo largo de tu vida, te enfrentarás a las dos. Espero modestamente, ser de esos de los que se puede aprender, al igual que también espero que lo seas tú.
Me recuerda una frase que he oído unnpar de veces y que aparece en “la ley de Murphy”. Nadie es un fracaso absoluto, siempre puede servir de mal ejemplo… Un saludo, Jon.
Jajaja. Abrazo.