Esta gráfica la tenía en un cuaderno desde hace tiempo. Creo que refleja muy bien la cultura de un país:
En el caso de Alemania dedican tiempo al diseño, a pensar en posibles soluciones, otras alternativas, y a ponerse todos de acuerdo. Una vez que todo está claro y definido, interiorizan el proyecto como suyo, y lo ejecutan. De vez en cuando hay alguna desviación, pero vuelven al diseño, y modifican lo que no estaba bien definido.
En el caso de España, cada uno tiene una idea. El tiempo de diseño se dedica a intentar imponer la idea de cada uno al resto. Se llega a un acuerdo, pero cada uno sigue pensando que su idea es la mejor. Se pierde tiempo en la ejecución. Obviamente el resultado no es el esperado, y dedicamos el doble de tiempo a resolver el problema. Bueno, a resolver el problema y a criticar el proyecto, ya que el tuyo era mejor. Como vamos con retraso, hacemos lo que no está escrito, esas cosas que un alemán no puede hacer (y que nunca entendería). De aquí viene eso de que los latinos somos capaces de hacer cosas increibles en tiempos record cuando hay un problema. Es cierto, lo llevamos en el ADN, tras generaciones dedicando tiempo a resolver problemas mal diseñados de inicio.
El día menos pensado….cambiamos….ja ja ja.
Hola Jon:
Muy interesante tu artículo. Me gustaría hacer una valoración sobre la idealización de las empresas alemanas con respecto a las españolas y en particular a la ingeniería. La principal diferencia reside en el valor añadido de los productos frente al alcance de los proyectos. En Alemania las grandes empresas, en general, venden productos de alto valor añadido con lo que sus presupuestos para desarrollo de producto son mayores que en otros países, eso hace que el alcance de los proyectos se incremente con colchones (padding) y que generen sobrecostes en los mismos que sus empresas pueden absorber; sin embargo, en países como España los productos que comercializamos y diseñamos (hay que ver el PIB) son de menor valor añadido y por tanto tenemos presupuestos que no son suficientes para el alcance de los proyectos, esto genera lo que se llama corrupción de alcance y por tanto retrabajos posteriores para arreglar problemas.
Por tanto, pese a que tenemos que aprender mucho de Alemania (quienes necesitan nuestros ingenieros, en general mejor formados que loa suyos) hay que evaluar los escenarios en los que se realizan los proyectos y se desarrollan los productos.
Un saludo:
Jaime