A pesar de que cada uno tiene sus problemas, de mayor o menor gravedad, en general, vivimos bien. Me doy cuenta de que nuestros males son menores cuando alguien se queja efusivamente del catarro que tiene. Siempre pienso: “ojalá sean siempre esos todos tus males…”
Vivimos bien. Vivimos muy bien. Nos gusta quejarnos. Tienes familia, casa, coche, y posiblemente un trabajo. Tienes amigos, aficiones y vas de vacaciones. Estás más o menos bien de salud, y comes a diario. Lees, vas al teatro o al cine y quedas para cenar o tomar algo. Vivimos bien. Vivimos muy bien. Esos son los derechos, no nos olvidemos de las obligaciones …
Así es, Jon. Vivir desde el agradecimiento, poner el foco en lo que si que hay y lo que si es, lo cambia todo. ¡Buen día!