Valoras lo mucho que debes a tus padres cuando tu mismo eres padre. No eres consciente del trabajo que supone, y el tiempo que han invertido en ti.
Con la edad, el ciclo se invierte, ellos necesitan más de tu ayuda. Paradójicamente, muchos olvidamos que durante mucho tiempo de nuestra temprana vida fuimos dependientes, y obviamos que nuestros padres, por ciclo vital, pueden ser dependientes, y necesitan esa reciprocidad de cuidados.
En la empresa ocurre algo similar con la gente que está próxima a la jubilación. Quizás ahora no puedan mantener el mismo ritmo de trabajo que mantuvieron antes, pero no debemos olvidar todo aquello que hicieron por la empresa cuando eran “menos viejos”.
Me ha encantado, Jon.