En ocasiones hemos tenido que despedir a buena gente que no hacía bien su trabajo. Simplemente, no estaba a la altura de lo que nuestra organización necesitaba. Es una pena y duele.

No te engañes, no existe. Deja de buscar. Todos somos muy buenos en algo, pero fallamos en otras cosas. Debemos hacer que aquello en lo que fallamos, al menos alcancemos el 5, el aprobado.

Maradona era un prodigio del futbol. No habrá otro igual a él. Pero eso no le da derecho a todo lo demás. Tras su reciente muerte, no se hace más que hablar de él.

¿Te has despedido a ti mismo?

Consiste en perder la ilusión por el proyecto en el que estás.

Alguno seguro que me diría “¡ojalá!, pero entiendo que serán los menos. La mayoría de las personas necesitamos el “contacto humano”.

Lo importante en una organización es que todos juguemos a lo mismo, y que además nos guste. Si jugamos a futbol, le damos al balón con el pie, sacamos de banda, hay portero y echamos corners.

Tú ya sé que si te lo mereces, pero probablemente hay gente que no, al menos íntegramente.

Las personas necesitan información de la empresa en la que trabajan para poder tomar decisiones que afectan a su vida familiar.

Los hay muy pocos. Son personas que pasan a la acción con una velocidad asombrosa. Ejecutores centrados en lo importante, eliminar (alcanzar) el objetivo.

Con el tiempo y algunos años he aprendido que no todo es negro ni tampoco blanco. Hay muchos colores intermedios. Muchos grises diferentes. Las posturas extremas nunca son buenas.

La mayoría de las cosas que se hacen en una empresa tienen detrás una o varias personas. La empresa en sí, es pura relación entre personas.

Dedicamos mucho tiempo a analizar la inversión en maquinaria. A definir exactamente lo que necesitamos y queremos.