¿Hablamos de lo mismo?

A lo largo de mi carrera profesional me ha ocurrido varias veces, que estando trabajando en grupo sobre un tema concreto, cada uno hablaba de una cosa diferente.

Todos los años vamos a unas jornadas de tanque de combustible bianuales que se celebran en Munich.

En las últimas dos ocasiones, hemos ido con un stand.

Me gusta mucho la crítica, pero siempre que sea constructiva.

No me gusta la gente que tiene una argumentación(excusa) para explicar todo. La excusa es un refugio. Un refugio para no crecer como persona, y como profesional.

En ocasiones necesitamos que alguien nos de un empujoncito para poder enfrentarnos a las cosas.

Mucha gente se fija en el resultado sin llegar a valorar el esfuerzo que hay detrás. Para acabar de rematarlo, suelen aludir a la suerte. Claro que si!, pero a la suerte trabajada.

Por fortuna, y creo también que por necesidad, la mayoría de las organizaciones van cambiando hacia modelos donde se fomenta que todo el personal aporte, sugiera, y critique constructivamente.

Ayer viernes por la noche volvía de Zaragoza tras haber tenido una reunión por la mañana en Bergamo (Italia).

Es humano resistirse al cambio. Nos acostumbramos a lo que tenemos, y cuando nos tenemos que mover de la zona de confort, nos da vértigo.

Cada persona del equipo directivo debe llevar a cada Comité Dirección algo que haya hecho bien en el mes, y una cosa que haya hecho mal.

He leído muchas veces que la motivación o el reconocimiento no es ponerse la gorra de la motivación o del reconocimiento los viernes a las 15h00 horas, y empezar a motivar a todo el que se mueve.

Si ofrecemos al mercado lo mismo que da nuestra competencia, solo nos podremos diferenciarnos por precio. El que vende por precio, muere por precio.