Me apena ver que en situación de pandemia y esperando la cuarta ola, que lo que les importe a los políticos sea conservar su poltrona.

Es muy importante que cada uno realice bien su parte, pero siendo consciente de que contribuye a un objetivo global. De lo contrario, las piezas no casan.

Cada uno tiene su propia guerra y en el momento en el que alguien pasa por tu vida, está llevando su propia batalla.

De la misma forma que tu cuerpo no para de evolucionar, tu mente también lo hace.

Me entristece ver empresas en las que los trabajadores y la dirección están constantemente enfrentados poniendo en riesgo la continuidad de todos.

Ha sido siempre así, pero quizás no le hemos prestado excesiva atención. Dedicar tiempo a alguien para enseñarle algo te ayuda a aprender a la vez. Aprender para enseñar, enseñar para aprender.

Todo esta pautado. Todo sigue una secuencia. Todo precisa de unos tiempos que hay que respetar. Primero se siembra, después se riega y se abona, finalmente, se cosecha.

El ojo humano está diseñado para buscar el error y pasar desapercibido el acierto. Lo bueno es lo frecuente y el error es lo puntual, por ello, éste último destaca sobre el anterior.

Podría poner la foto de abajo y no seguir…

Se aprende con la práctica, y tras mucho practicar. Todo lo demás es un golpe de suerte.

Hay muchas pautas para poder crecer. Cualquier día de una persona cualquiera es diferente al anterior.

Siempre se ha dicho que los objetivos imposibles desmotivan. Y es cierto, pero no en el 100% de los casos. Para el común de los mortales, si, pero para las personas excepcionales, no.

Ayer fui al banco. Tenía que recoger una tarjeta de crédito de la empresa. Abren a las 8h15, llego 8h12, soy el segundo. Cuando abren entramos 3 personas.