Realizar tu trabajo es muy importante. Parar para pensar sobre cómo lo realizas, también. Es necesario dedicar tiempo a pensar (trabajar) en cómo mejorar tu trabajo.

Intentarlo. Si no lo hacemos no sabremos si es posible o no. Muchas veces nos auto-contestamos sin ni siquiera intentarlo. Nos convencemos de que no es posible realizarlo.

El orden de los factores muchas veces sí altera el producto. No es recomendable hacer y después diseñar, de la misma forma que tampoco lo es hablar antes de pensar.

El mundo se va a la mierda. Todo gira entorno al dinero. Antes consumíamos productos de temporada de nuestro entorno.

Toda relación comercial se basa en la confianza. Nadie compra algo pensando de antemano que la otra parte le va a estafar.

El concepto de eficiencia frente eficacia. Prefiero la gente que tira una vez y da, que aquellos que tiran 100 veces para dar una.

Es más sencillo no profundizar y quedarse en la superficie.

Si ves el vídeo de abajo, verás que no es lo mismo insistir con cabeza que insistir con la cabeza. Simplemente un artículo determinado hace que cambie el sentido de la frase.

Donde va nuestra atención, ponemos nuestra energía. Es importante poner foco, eliminar el ruido y concentrarnos en lo que es verdaderamente importante.

Como el buen vino, cada año que pasa estás mejor. Así que, si tienes pensado hacer una maratón, espera 10 años, que estarás mucho mejor que ahora.

Reflexiono estos días sobre la importancia del proceso y los elementos. Busco la analogía con la cocina. Si realizamos mal el proceso, el resultado será malo.

El proceso cuenta. No todos los medios son aceptables para alcanzar el resultado.