Hace tiempo hablé de lo que para mi deberían ser los componentes de un salario. Hoy voy a hacer hincapié en la última parte, la participación en la empresa.

Hemos sido educados para ver lo malo de las personas.  Es más, nos gusta  criticar, y si es en grupo mejor. Nos cuesta mucho más ver las cosas positivas de alguien que las negativas.

Vivimos en un país burocrático. Nos encanta el papeleo, el enrevesamiento. Nos encanta la justificación. Nos encanta cubrirnos ante posibles errores.

Siempre recomiendo hacer cierre de año y planificar el siguiente. El método es sencillo; un cuaderno (el mío se llama “The searh”), un lápiz y media mañana.

Para poder sentirte bien contigo mismo toda tu vida tiene que estar en equilibrio. Hay que nivelar el tiempo que dedicamos a cada grupo de interés.

La velocidad en los negocios cada vez es mayor. La tecnología facilita que podamos dar respuesta en cualquier momento y en cualquier lugar.

Tu organización habla hacia fuera por los 4 costados.

No te voy a querer más porque me pagues más.
El salario es importante, hasta que te acostumbras a él y elevas tu nivel de vida. Después tu salario te parecerá normal.

Ni hombre ni mujer, persona. Es así de sencillo. Necesitamos gente buena en nuestro proyecto, y el ser bueno o malo es indiferente del género.
En Hidro Rubber lo hacemos así.

El ser humano es capaz de hacer cosas increíbles e impensables. La capacidad de lucha y de esfuerzo es ilimitada bajo determinadas circunstancias. Sin embargo, constantemente nos autolimitamos.

Es muy difícil obtener la respuesta adecuada cuando la pregunta realizada no lo ha sido.

Es muy difícil, por no decir que imposible, que a todo el personal le agrade el cambio. Cada uno es de su padre y de su madre, y ha tenido vivencias y experiencias diferentes a lo largo de su vida.