Con el paso de los años soy consciente de que hago las cosas más despacio pero mucho más rápido. No, todavía no se me ha ido la cabeza.

A veces me sorprendo con la falta de sentido común de algunas personas. De gente que tira la flecha y luego busca la diana.

Los negocios solo perduran si hay un beneficio detrás. Y esto es algo, que los clientes deben / debemos entender.

Primero ponemos la actitud y después nos centramos en el resto.

Prefiero el estrés. Si, se que mata, pero la rutina creo que también. No me imagino lo que puede ser realizar todos los días durante ocho horas un trabajo repetitivo.

Se trata de seleccionar al mejor candidato, a la persona que necesitamos, no al mejor disponible.  Esto en muchas ocasiones no se tiene en cuenta.

La empresa te paga para que soluciones problemas, y para que cuando no puedas, pidas ayuda que te apoye en buscar una solución.

Hace muchos años en una de las negociaciones del pacto de empresa, el comité de empresa me pedía que pagásemos un bonus en función de los años que llevaba cada persona en la empresa.

Muchas veces hablamos del mismo concepto pero con definiciones individuales diferentes. Esto hace que no nos entendamos entre nosotros.

Qué importante es volar con la mente. Imaginar escenarios futuros que nos ayuden a evolucionar.

En las crisis o cuando hay problemas es cuando se demuestra la valía de cada uno. Con la mar en calma y viento favorable, con unas pocas nociones puedes navegar sin problema.

Hoy en día resulta cada vez más difícil planificar algo y que se cumpla al 100%, pero es todavía mucho más difícil que se cumpla si no planificas nada.